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HIDROSADENITIS SUPURATIVA: UN RETO TERAPÉUTICO
08-Oct-2015
La Hidrosadenitis supurativa (HS) es una enfermedad inflamatoria de la piel, crónica y recurrente, que se origina en el folículo piloso. Afecta a un 0-5-1% de la población.Suele comenzar tras la pubertad, posiblemente influenciado por el cambio hormonal, y presenta una gran repercusión física y emocional en los pacientes que la sufren.
Se caracteriza por la aparición de múltiples abscesos dolorosos en zonas de predominio apocrino, como las axilas, las ingles, el pubis, los pliegues mamarios, los glúteos y la región anogenital. Éstos, pueden complicarse originando fístulas y cicatrices.
Se da con mayor frecuencia en la mujer, aunque la HS perianal afecta más a los varones. Es más frecuente en personas jóvenes, siendo rarísimo en la infancia o en la menopausia.
Su patogenia es todavía desconocida, pero se presupone una base inmunológica en la HS, además de existir factores predisponentes. El diagnóstico es principalmente clínico, pero en ocasiones, se utilizan pruebas de imagen como la ecografía y la resonancia magnética, para ver el alcance de la HS en profundidad, especialmente si hay trayectos fistulosos.
Factores predisponentes y desencadenantes:
1) Genéticos.
2) Hormonales: brotes premenstruales, hiperandrogenismo.
3) Obesidad/ sobrepeso.
4) Enfermedad cardiovascular.
5) Tabaco.
6) Infecciones.
7) Fármacos: litio, sirolimus.
8) Otros: fricción, uso de ropa ajustada, desodorantes, rasurado, calor.
De forma menos habitual, la HS se puede presentar asociada a otros trastornos, como el acné severo, la enfermedad de Cröhn y algunas enfermedades reumatológicas, entre otros, por lo que conviene hacer un despistaje de éstos, para descartarlos.
La HS supone un verdadero reto terapéutico para el dermatólogo, ya que en muchos casos la evolución es tórpida y el tratamiento inefectivo y poco satisfactorio.
El tratamiento incluye medidas preventivas, agentes farmacológicos y diversas técnicas quirúrgicas, en función de la severidad de la patología. En los grados más severos, es recomendable un abordaje multidisciplinar en el que colaboren distintos especialistas, como dermatólogos, cirujanos plásticos, y endocrinólogos, entre otros.
Medidas preventivas:
1) Evitar el sobrepeso y llevar una alimentación sana y equilibrada.
2) Evitar el uso de ropas ajustadas y de poca transpiración.
3) Evitar el uso de desodorantes antitranspirantes de continuo.
4) Evitar el rasurado y arrancamiento del vello en áreas de mayor predisposición (axilas, ingles, pubis, glúteos). En cambio, es muy recomendable la fotodepilación médica o el láser, para acabar con el vello de esas zonas de forma definitiva.
5) Evitar el alcohol y el tabaco.
6) Evitar el sedentarismo y el apoyo continuo, para no taponar los folículos pilosos.
7) Hidratar regularmente la piel y exfoliarla periódicamente para evitar la oclusión de los poros.
En todos los casos, es aconsejable aplicar diariamente lociones antisépticas y/o antibióticas, para mantener la piel lo más aséptica posible y libre de infección. También es recomendable depilar con láser las áreas predispuestas, ya que al eliminar el pelo, se previene la aparición de futuros brotes.
El tratamiento farmacológico se pauta siguiendo un protocolo escalonado en función de la severidad de la HS y en respuesta al éxito/ fracaso a los diferentes medicamentos. El tratamiento clásico incluye antibióticos para disminuir la infección, retinoides orales para disminuir el tamaño de la glándula sebácea, corticoides intralesionales para controlar el dolor y la inflamación aguda, anticonceptivos y antiandrógenos atendiendo a su posible origen hormonal, y fármacos inmunosupresores atendiendo su base inmunológica.
Señalar el uso novedoso y prometedor de los fármacos biológicos (adalimumab, ustekinumab, infliximab,...) en la HS moderada-severa. Son fármacos inmunosupresores que desde hace unos años se utilizan con éxito en enfermedades inmunológicas como la psoriasis, la enfermedad de Cröhn, o algunas enfermedades reumatológicas, y suelen ser administrados en clínicas y centros hospitalarios (son inyectables). Sus efectos beneficiosos superan a los de los clásicos inmunosupresores, con la ventaja añadida de ser más selectivos y por lo tanto menos agresivos para el organismo.
El tratamiento quirúrgico depende también del grado de la HS. Según el tipo de lesión (abscesos, fístulas) y su profundidad, se utilizan unas técnicas u otras. Las más utilizadas son el drenaje de los abscesos ( en HS leves), el destechamiento de lesiones inflamatorias y ruptura de los tractos sinuosos (en HS leve-moderada), y la escisión total de las fístulas y posterior reconstrucción, con cierre directo, por segunda intención, o bien mediante plastia o injertos (en HS severas extensas).
Dra. Cristina Lázaro Trémul
Dermatóloga titular del Centro Dermabia.